Científicos agregaron células madre a músculos cardíacos, en corazones que habían sufrido un infarto. Y comprobaron que éstas se unían a las células sanas ya existentes, armando una suerte de "escudo protector cardíaco" que prevendría un segundo ataque. Dicen que esta experiencia podría derivar en una píldora preventiva.
Puntos Clave
- Cuando una persona sobrevive a un infarto, el corazón queda dañado
- Por eso, tiene más posibilidades de fallar, en cualquier momento
- Para prevenir la falla, los científicos descubrieron un tratamiento que lograría que el corazón se repare solo
Para la mayoría, sobrevivir a un ataque cardíaco es “volver a nacer”. Sin embargo, para los médicos, un corazón que sobrevive a un infarto es un corazón que queda dañado. En otras palabras, un corazón que tuvo un infarto, tiene más riesgos de sufrir una nueva falla.
Para reducir ese riesgo, investigadores de la Fundación Británica del Corazón probaron un sistema que tuvo éxito y que podría significar una gran esperanza para prevenir un segundo infarto, en pacientes cardíacos.
Se trata de estimular un mecanismo congénito del corazón. Los científicos transformaron células madre del epicardio (la membrana externa del corazón) en células del músculo cardíaco. Estas células se integraron con el músculo saludable ya existente, creando el "escudo protector", que funcionaría de manera preventiva.
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Según los expertos, el químico TB4, que utilizaron en la experiencia, prepararía al músculo cardíaco para que se “autorepare”. De esta manera, cuando el corazón sufre una lesión, el epicardio puede entrar en acción y llevar a cabo la reparación, que restituye significamente la habilidad del corazón de bombear sangre.
Esta experiencia en ratones pronto se realizará en personas cardíacas y, a mediano plazo, consideran que se podrá desarrollar una píldora que prevenga segundas fallas.
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